Os gustó la tarta de limón que publicamos hace unos días? Pues entonces esta os encantará!!
Todo surgió cuando haciendo la lemon pie que habéis visto me sobró suficiente relleno como para ponerme manos a la obra de nuevo. Pero el problema era que no me había sobrado suficiente masa para hacer otra base, así que empecé a darle vueltas y se me ocurrió algo, que podía ser delicioso o horrible.....
Finalmente,este apaño resultó delicioso y la tarta voló en un día! :) Y yo orgullosísima, por supuesto, porque a quién no le gusta ver que la gente engulle sus postres con devoción y entre relamido y relamido de dedos va diciendo: "que bueno", "delicioso!", "enhorabuena cocinera",... Yo me engordé solo de oir estas buenas críticas (y mis catadores oficiales por engullir jejejeje)
Cuando vi el éxito que tuvo no pude evitar comprtir la tarta con vosotros! Así que vamos allá....
Ingredientes:
Para la base:
1 paquete de galletas tipo María
Mantequilla sin sal
(No digo medidas exactas porque depende del molde que uséis y del grosor que deseéis)
Para el relleno:
4 yemas de huevo
300 g de leche condensada
Zumo de 3 limones
Rayadura de 3 limones
Para la crema de arriba:
1 paquete de queso Philadelphia
4 cucharadas de nata para montar
3 cucharadas de azúcar
Colorante amarillo
Elaboración:
Para la base:
1. Trituramos las galletas. Una vez trituradas les añadimos 150 gr de mantequilla que previamente habremos derretido.
2. Vamos mezclando hasta que consigamos integrar del todo estos ingredientes. El resultado de esta mezcla debe ser homogéneo, por lo tanto, si nos queda demasiada seca añadimos un poco más de mantequilla derretida, o si nos queda muy untuosa añadimos más galleta picada.
3. A continuación, cubrimos la base de nuestro molde con esta mezcla de galleta y mantequilla.
Si vemos que falta más mezcla para acabar de cubrir la base de nuestro molde o que queremos conseguir un mayor grosor, repetimos el proceso anterior con menos cantidad de galleta y de mantequilla.
Siento no poderos decir una cantidad muy exacta pero esque a mí nunca me sale exactamente igual así que os recomiendo que lo hagáis a ojo.
4. Dejamos reposar nuestra base en el congelador mientras preparamos el relleno. Se que parece una tontería porque después debe ir al horno, pero yo lo hice así y me salió genial, ya que cuando lo ponemos en el horno para que el relleno se cueza tarda más en derretirse la mantequilla y queda más firme.
5. Encendemos el horno a 170º con calor arriba y abajo.
Para el relleno:
Si queréis ver el paso a paso con fotografías pinchad aquí.
1. Batimos las yemas con la ralladura de limón hasta mezclarlo todo muy bien bien.
2. Añadimos la leche condensada y mezclamos de nuevo.
3. Por último, agregamos el zumo de limón a la mezcla anterior y volvemos a mezclarlo todo.
4. Sacamos nuestra base del congelador, vertemos el relleno encima y directo al horno.
ATENCIÓN! Cuando metamos nuestra tarta en el horno lo ponemos solo con calor por arriba y bajamos la temperatura a 160º. Si veis que se quema muy rápido, canviad la posición de la bandeja del horno por una más baja o bien podéis bajar todavía un poco más la temperatura del horno.
Al igual que en el otro lemon pie que publicamos, para saber si el relleno ya está hecho debemos fijarnos en que esté firme pero que a la vez quede ligeramente suave cuando lo toquemos.
5. Lo dejamos enfríar y luego lo llevamos a la nevera, dónde lo dejaremos reposar toda la noche.
Para la crema de arriba:
1. Batimos durante unos 3 minutos el queso Philadelphia junto con el azúcar.
2. Añadimos la nata para montar y batimos unos 3 minutos más a velocidad media.
3. Para terminar, agregamos unas gotitas de colorante amarillo para conseguir un color muy suave, y cubrimos con la crema resultante la superficie de nuestra tarta.
4. Lo dejamos unas 2 horitas en la nevera y..... listo para chuparse los dedos!!!
Como podéis ver, a mi me gusta que los pasteles hechos con base de galleta tengan una base bien gordita :) Pero eso os lo dejo a vuestra elección!!
Que aproveche!!
Att.,
Espiral Dolça.
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